Rika fue al apartamento de Yossi pero nadie abrió la puerta. No había problema; las puertas cerradas nunca habían detenido a Ishikawa. Abrió su bolso y saco las llaves del apartamento de Yoshizawa que aun tenia.
“¿Tratando de borrar el pasado, Yocchan?” se dijo mientras tomó uno de los cuadros con Maki y Hitomi sonriendo tras bambalinas después de un concierto. “No dejare que eso ocurra”
Ishikawa puso la foto en su lugar y tomó su teléfono celular.
* * *
Las ropas de ambas chicas estaban esparcidas sobre todo el piso y cerca estaba la botella de crema ya vacía.
La lengua de Miki viajó a través del cuerpo de Yossi limpiando los restos del postre. Exhaustas, ambas chicas saboreaban la piel de la otra, disfrutando cada segundo que compartían sin preocuparse de nada más que de ese momento.
Y luego, el teléfono sonó.
Yossi se movió un poco y alcanzó su teléfono celular solo para ver quien podía llamar a mitad de la noche. Cuándo vio quien era, apago el teléfono sin dudarlo.
“¿Quién era?” pregunto Miki abrazando a Hitomi por detrás.
“Nadie”
Yoshizawa se volvió hacia a Miki y la besó con pasión. No quiso preocuparse por la llamada. En lo último que quería pensar era en Ishikawa. Solamente necesitaba una cosa en ese momento y era el cuerpo de Miki fundiéndose con el suyo.
* * *
Rika no podría creer que Yoshizawa no respondiese la llamada. Era algo que nunca había pasado. Tenia que ser un error. Lo intento otra vez, pero solo pudo oír el sonido del contestador automático como una respuesta.
“¿Estas con ella, cierto?”
Arrojó su teléfono celular con ferocidad.
“Tendré que enseñarle a Fujimoto a no jugar con las cosas de los demás...”
Continuara...
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